jueves, 7 de mayo de 2009

Cambio

Hoy no será un día cualquiera para la historia del País Vasco. Patxi lopez tendra que prometer su cargo en la casa de juntas de Gernika, después de que ayer pasase la prueba del debate de investidura. El nuevo lehendakari no jurará su cargo con la frase "humillado ante Dios", como habían hecho hasta ahora todos los lehendakaris, aunque realizará una promesa que mantenga "la tradición", porque según explicó ayer, "en Euskadi es muy importante".
Parece ser que la Obamamanía ha calado también en el País Vasco, ya que hoy no se puede escuchar otra idea que no sea la del cambio. Sin duda, se podría discutir durante mucho tiempo si la llegada de Lopez a la lehendakaritza puede ser lo mejor para el Pais Vasco después de pactar con un partido, que hasta hace no mucho usaba el País Vasco como arma electoral para las elecciones generales. Pero al parecer todo eso queda atras, ahora lo que el pueblo vasco no quiere oir son discusiones sobre la soberanía del País Vasco, sobre el concepto de nación, sobre la autodeterminación o sobre si la bandera de España debe ondear sobre la lehendakaritza. Ahora lo que la mayoría de los vascos quieren es oir soluciones sobre problemas más tangibles, y mas importantes.
El nuevo Lehendakari tiene mucho trabajo que hacer. Tendrá que gobernar para todos los vascos y lo tendrá que hacer con un PNV que posiblemente no se lo pondrá facil. Todavía desconocemos como será un PNV en la oposición, pero espero que sepá aceptar la derrota y se de cuenta en que en la nueva sociedad vasca las politicas basadas en la tradición y en discusiones semánticas sobre la nación o soberanismo ya no tienen tanta efectividad sobre el electorado. Sin embargo, tampoco hay que irse al otro extremo y olvidar que este es un pueblo de tradiciones que no hay que vulnerar y por lo tanto, se ha de buscar un equilibrio entre la Euskadi tradicional y la Euskadi progresista.
Se aproximan muchas novedades en Euskadi, y esperemos que el nuevo lehendakari esté a la altura de sus espectativas que el pueblo vasco ha puesto en el, no sin cierto escepticismo.